lunes, 20 de septiembre de 2010

Terapia Intensiva


Día 41._
Hace algún tiempo se promovió una encuesta entre los escritores para saber qué esperaban, en beneficio suyo, del gobierno de México. Entre los interrogados, recuerdo que uno de mis amigos me indicaba que, antes de responder, propondría la pregunta contraria: "¿Qué espera el gobierno de México de los escritores?" Es decir, ¿qué espera el pueblo de México de esos hombres que, por sus dones y por su valer, pueden beneficiarlo espiritualmente? Y si de un agricultor se espera que cultive la tierra y de un músico que haga música, de un escritor se espera simplemente que escriba: que dignifique su tarea, que la haga llegar a la inteligencia y a la imaginación de su pueblo, que exprese los valores espirituales de su patria en signos universalmente válidos, que contribuya al acervo cultural de la humanidad con investigaciones lúcidas y con creaciiones memorables.
(Lecturas mexicanas, José Luis Martínez)

sábado, 18 de septiembre de 2010

Terapia Intensiva


Día 40._
Una literatura se levanta o se hunde con la vida y la cultura del pueblo en que surge; es una de las expresiones de la carga vital de una sociedad; nace como una flor imprevista sólo para los que no saben reconocer las sales y los jugos, el aire y la lluvia que han hecho posible la germinación de la semilla. Pero cuando no existe ninguno de estos elementos externos, la semilla se pudre. Es posible que el letargo de nuestra literatura contemporánea sea consecuencia natural de una sociedad vacía de mensajes, angustiada y confundida. Mas suponer que las letras no tienen sino esta función pasiva, es confiar muy poco en su virtud o en la autoridad moral de los escritores. Éstos son tan responsables de la situación actual como cualquier otro hombre, y, además, en la medida en que sus obras la han promovido y en la medida en que no han empleado las armas de que disponen para conjurarla.
(José Luis Martínez, Problemas literarios. Lecturas mexicanas)